Inflamación e hiperglucemia van de la mano. Los alimentos que elevan rápidamente los niveles de glucosa en sangre se asocian con niveles elevados de marcadores inflamatorios, y la resistencia a la insulina es un peligroso factor de riesgo.

Como cuenta al diario 20minutos la doctora Odile Fernández, autora del libro ‘Hábitos que te salvarán la vida’ (ed. Planeta): «la respuesta inflamatoria crónica es un asesino silencioso que acelera el envejecimiento y puede dañar células, tejidos y órganos sanos, además de aumentar la incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer, obesidad, diabetes, artritis, enfermedades pulmonares, Alzheimer, asma o depresiones, entre otras».

En vista de la evidencia científica, muchos os preguntaréis, ¿por dónde empiezo? La respuesta es fácil: por cambiar el desayuno dulce por salado. «El desayuno es la peor hora del día para tomar azúcar y almidón, porque coincide con el momento en el que nuestro cuerpo es más sensible a la glucosa», Los picos de glucemia durante la mañana son mucho más complicados de bajar que los del resto del día, así que, empecemos bien por el principio. La doctora nos explica a continuación cómo hacerlo.

El pan, integral y de masa madre

«Después de probar distintos tipos de desayuno, he comprobado que los ricos en grasas y proteínas no producen picos de glucemia,

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