Vivir más cerca de espacios al aire libre y fuentes de agua puede reducir el riesgo de las personas mayores de padecer angustia psicológica grave, que puede conducir a deterioro cognitivo leve y demencia, según un estudio preliminar presentado en la 75ª Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología.

Angustia psicológica grave

Los investigadores definieron la angustia psicológica grave como problemas de salud mental que requieren tratamiento y tienen un efecto de moderado a grave en la capacidad de una persona para participar en situaciones laborales, escolares y sociales.

«Dado que carecemos de métodos de prevención o tratamientos eficaces para el deterioro cognitivo leve y la demencia, debemos ser creativos a la hora de abordar estos problemas», afirma Solmaz Amiri, de la Facultad de Medicina Elson S. Floyd de la Universidad Estatal de Washington, en Spokane (Washington).

«Nuestra esperanza es que este estudio que muestra una mejor salud mental entre las personas que viven cerca de parques y agua desencadene otros estudios sobre cómo funcionan estos beneficios y si esta proximidad puede ayudar a prevenir o retrasar el deterioro cognitivo leve y la demencia», subraya.

Estudio con más de 40.000 mayores de EEUU

En el estudio participaron 42.980 personas de 65 años o más que vivían en zonas urbanas del estado de Washington.

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