En 1996, el interino Mohammod Jobayer Chisti pensó en dejar su profesión cuando apenas pudo completar su primer turno de noche en el departamento de pediatría del Hospital Universitario de Sylhet, en Bangladés. Afectados de neumonía, una veintena de niños luchaban por sobrevivir. “Hice todo lo que pude para curarles […] Pero tres de ellos murieron delante de mí”, explicaba Chisti al Dhaka Tribune. “Me sentí impotente. Me pregunté de qué sirve estudiar medicina… Fallábamos en algo”. Lejos de abandonar la profesión, decidió dedicar su vida a la ciencia y buscar un remedio que redujese la muerte de niños con neumonía.

Un lustro después, Chisti continuaba su carrera y su misión personal en el Centro Internacional para el Control de Enfermedades Diarreicas de Bangladés (ICDDRB) de la capital, Dacca; donde se formó en pediatría especializada en medicina respiratoria. En este instituto de investigación, como en casi todas las clínicas y hospitales de países en vías de desarrollo, la mortalidad entre menores enfermos de neumonía era de un 10%. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta fue la causa de la muerte de más 920.000 menores de cinco años en 2015; principalmente en África Subsahariana y el sur de Asia.

La neumonía se produce por infecciones bacterianas —como la faringitis estreptocócica— o víricas —como el virus sincitial respiratorio— que afectan a los pulmones, inflándolos de líquido o pus y reduciendo la habilidad de respirar. Su tratamiento por ventiladores es sencillo, pero cada una de estas máquinas cuesta hasta 13.000 euros y tiene que estar manejada por personal cualificado. Una inversión costosa para países en vías de desarrollo. Así, la OMS recomienda usar tratamientos alternativos de bajo coste para la neumonía severa —como la fuente baja de oxígeno—, que siguen ocasionando la muerte de uno de cada siete niños enfermos.

Para reducir esa mortalidad, el doctor Chisti se inspiró en un costoso modelo que vio durante su beca en Australia. La máquina en cuestión usa presión positiva continua en la vía aérea (CPAP,

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