¿Qué Estado de bienestar queremos y cómo financiarlo? Esta es la pregunta que deberían hacerse todos los ciudadanos a la hora de votar el próximo 28-A. Y que los partidos políticos deberían recoger en sus programas electorales. En dichos programas la carga ideológica parece natural, pues según cual sea nuestra situación personal, familiar y laboral, unos modelos nos favorecerán más que otros.

En principio, parece evidente que, si has nacido en el seno de una familia acomodada, tus preferencias diferirán de las que tendrías si hubieras nacido en el seno de una familia pobre. Para evitar que la posición original del individuo cree sesgos a la hora de diseñar un modelo de bienestar justo o equitativo, John Rawls introdujo el concepto del “velo de la ignorancia”. El velo de la ignorancia intenta que pensemos como si desconociéramos el lugar, la raza, el sexo o la familia donde vamos a nacer, así como nuestra inteligencia o habilidades innatas, con el objetivo de garantizar la imparcialidad en nuestra posición inicial. Si dichas preguntas se contestaran con el velo de la ignorancia, es decir, sin saber quién vamos a ser, o en qué entorno vamos a nacer, se alcanzarían más fácilmente acuerdos sobre qué políticas del Estado de bienestar priorizar y cómo financiarlas.

Por la parte del gasto, se priorizarían las políticas que garantizan la igualdad de oportunidades, buscando un sistema que premie el esfuerzo, pero garantizando que todos tenemos las mismas oportunidades de alcanzar el éxito. Ello requiere políticas que neutralicen las ventajas que nos vienen dadas en el momento de nacer, de tal forma que sean el talento y el esfuerzo los que determinen nuestro destino. Dentro de estas políticas se encuentran: 1. La educación: un buen sistema educativo es el principal ascensor social, pues otorga las mismas oportunidades a todos los niños. 2. Política contra la pobreza: resulta fundamental garantizar un entorno familiar seguro alejado de la marginalidad y la pobreza, así como un mercado laboral justo, para que dichos niños prosperen en igualdad de oportunidades.

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