El abogado Brent Weisner recuerda el día en que fue a casa de Dewayne Johnson a decirle que le iba a representar en un juicio contra Monsanto. Johnson, de 47 años, había trabajado como jardinero de un distrito escolar al norte de San Francisco, California. Ahora se estaba muriendo de cáncer, con una esperanza de vida de meses. Culpaba a un pesticida llamado RoundUp que había utilizado durante dos años en ese trabajo. Weisner cuenta que allí estaba la esposa de Johnson, Araceli, vestida de enfermera, uno de sus dos trabajos. “Ella no se lo acababa de creer del todo. Entonces nos sentamos y le dije que iba a pedir millones de dólares de indemnización. Se echó a llorar. Fue muy intenso. No tenía ni idea de lo importante que era este caso”, contaba esta semana Weisner en una entrevista en su despacho de Los Ángeles.

El 10 de agosto de 2018, un jurado popular de California condenó al gigante agroquímico Monsanto a indemnizar a los Johnson con 289 millones de dólares, una cifra espectacular que convirtió la palabra glifosato en nombre común. El glifosato es un compuesto químico desarrollado por Monsanto en los años 70 y el principio activo de dos productos, RoundUp y Ranger Pro. Se trata del pesticida más popular del mundo, de venta habitual en tiendas de jardinería. El juez redujo la indemnización a 78,5 millones. El jurado decidió que el glifosato probablemente provoca cáncer, que Monsanto lo sabía y que lo ocultó de mala fe.

De lo primero hay dudas. No existe un estudio determinante y reconocido que establezca la relación directa entre el glifosato y el linfoma no-Hodgkins, el tipo de cáncer cruel e incurable que padece Johnson. Tanto la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) como el regulador europeo (EFSA) lo consideran un producto seguro tal como está etiquetado.

En marzo de 2015, sin embargo, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), dio un vuelco a la literatura científica sobre el glifosato al publicar un monográfico en el que lo calificó como “probablemente cancerígeno para humanos”.

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