Empieza la repesca, pero una cosa ya es clara: la totalidad de España, salvo sorpresa mayúscula, tampoco estará en la fase 1 del plan de desescalada hacia la ‘nueva normalidad’ la próxima semana. Con casi toda seguridad, Barcelona y su área metropolitana y la gran mayoría de las 250 regiones sanitarias de Castilla y León se quedarán todavía sin desconfinamiento para ir a las terrazas o moverse por la provincia, después de que las propias autoridades autonómicas de catalanas y castellanoleonesas hayan pedido su exclusión parcial por entender que esas áreas todavía no cumplen los parámetros exigidos por Sanidad, ya sea de control de la propia epidemia o de capacidad asistencial ante un posible rebrote.
Podría ser –admiten desde el Gobierno central- que barceloneses y castellanoleoneses no sean los únicos en quedarse atrás. Aunque la Comunidad de Madrid, Andalucía, la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha han pedido este miércoles el paso de sus completos territorios a la fase 1, los técnicos de Sanidad tienen dudas, muy particularmente con ciertas zonas de Madrid, que siguen con altas cotas de contagios comunitarios.
Cumplido el plazo que el Ejecutivo central dio a las seis comunidades que no pasaron total (Madrid) o parcialmente (el resto) el corte, solo Castilla y León no había presentado el dossier completo, aunque Sanidad se mostró compresiva debido a la complejidad territorial elegida por esta comunidad para la desescalada.
El Gobierno, que por boca del director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias, Fernando Simón, prometió hoy un «esfuerzo» para que el mayor número de zonas pasen a fase 1, comenzó este mismo miércoles por la tarde las reuniones bilaterales con las autonomías para revisar las solicitudes y los informes correspondientes. Este jueves continuarán los encuentros y estudios, con la idea de que el viernes Sanidad pueda anunciar qué provincias o territorios consiguen el aprobado en esta primera repesca de la fase 1.