Muchos padres y madres hacen yoga como técnica para relajarse y conocer mejor su cuerpo y su mente. Estos días pueden ser una gran oportunidad para transmitir la pasión por esta disciplina milenaria a los más pequeños de la casa. Youtube está repleto de vídeos en los que se enseña a realizar las posturas más sencillas para hacer con niños.

Para hacer yoga bastará con que nos pongamos ropa deportiva cómoda y echemos una esterilla o colchoneta fina en el suelo para hacer las diferentes posturas. El salón es la habitación más adecuada para hacer la clase durante estos días para poder seguir los ejercicios en la televisión.

Cuando se hace yoga en familia, se priorizan las asanas (posturas) en pareja. La razón principal es fortalecer el vínculo entre padres e hijos y favorecer una mejor comunicación. Serán los mayores los que enseñen a los más pequeños la importancia de respirar bien y relajarse para lograr poco a poco todos los beneficios de este deporte.

Durante la sesión de yoga en pareja, aunque se pueden hacer asanas individuales adaptadas a cada edad, habrá algunas posturas en las que el padre o la madre tendrá que actuar de apoyo de su hijo para su correcto posicionamiento. Estas ayudarán a reforzar la confianza paternofilial y hacerle ver al niño que no le vamos a dejar caer.

También habrá asanas en las que el niño o la niña tendrán que ser los que ayuden a sus padres para realizar de forma correcta el ejercicio. Con ellas estaremos reforzando su confianza y su autoestima así como su sentimiento de utilidad dentro de la unidad familiar.

Hay asanas que son muy sencillas de hacer para los niños y suponen un entretenimiento saludable:

Ardha Kapotasana: comenzaremos poniéndonos con las manos en el suelo y las piernas abiertas el ancho que den las caderas. Pasaremos la rodilla derecha hacia adelante para colocarla entre las manos. A continuación, bajaremos las caderas y estiraremos la pierna izquierda para empujar el suelo con el empeine. Los últimos movimientos consistirán en inhalar aire alargando el tronco y estirar el cuello dirigiendo el mentón hacia el pecho para parecernos lo más posible a un ave.

Tittibhasana: en esta asana, la confianza de los niños en los padres debe ser total. Tendrán que levantar las caderas elevando las piernas.

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