Tener la mejor formación es clave para afrontar los distintos retos y problemas con los que nos cruzamos a menudo. Y no solo se trata de formación académica, sino de tener las destrezas necesarias para, precisamente, abordar con éxito las situaciones que la vida nos depara en todos los ámbitos: laboral, emocional, personal, familiar…

Con ese fin 20minutos pone en marcha cada semana un consultorio de coaching. Para plantear tu duda escribe un correo electrónico a consultoriocoaching@20minutos.es. Aquí tienes las respuestas que ha dado al consultorio de esta semana nuestra experta, Magda Barceló.

CONSULTA Estos días de encierro me están permitiendo, digamos, meditar. Por un lado me encuentro mejor pero también medito sobre lo que está pasando y eso me genera inquietud, no sé si ansiedad. ¿Puedo hacer algún ejercicio que me permita una ‘meditación serena’?

RESPUESTA DE LA EXPERTA Estamos viviendo una situación excepcional, caracterizada por su incertidumbre y complejidad. Sentir algo de ansiedad es normal e incluso sano, siempre que no derive en un ataque de ansiedad (con síntomas de falta de aire, palpitaciones, etcétera), en cuyo caso debe contactar a un profesional.

El primer paso que le invito a dar es a imaginarse a usted mismo al final de este periodo de aislamiento. Imagínese cómo quiere estar, qué quiere haber aprendido, cómo quiere haber usado su tiempo, de qué forma quiere sentirse. Luego diseñe la rutina de su día a día para acercarse a esa visión. Siga la rutina y relájese en ella, esto le generará seguridad y estabilidad.

En su rutina, incluya si le es posible espacio para conectar con sus seres queridos a diario, ejercicio físico de algún tipo, y aprendizaje de algo.

Cuando sienta ansiedad, le invito a darse permiso para hacerlo y a notar las sensaciones físicas que le provocan la emoción. Una vez reciba las sensaciones, conecte con la dimensión humana de sentir ansiedad, especialmente en momentos como los actuales. Dese cuenta de que muchas personas también sienten ansiedad, esto le evitará obsesionarse con ello y caer en un rol de víctima.

Después en una libreta, pregúntese: ¿Cuál es el motivo de mi ansiedad? y escriba lo que le surja, por ejemplo: tengo miedo a enfermar, tengo miedo a que enfermen mis familiares, no sé qué hacer, etcétera. El simple hecho de escribir es una acción que le ayudará a calmar su ansiedad.

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