El uso de mascarillas como medida de prevención para la transmisión del coronavirus se ha normalizado entre la población, sobre todo desde que es obligatorio en el transporte público.

Además, esta obligatoriedad se ampliará en espacios cerrados y en la vía publica cuando no se pueda garantizar la distancia mínima de dos metros entre personas, tal y como han anunciado desde el Gobierno. Esta medida se regulará en los próximos días mediante la publicación de una orden ministerial en el BOE.

En este sentido, algunas personas han podido notar al llevar mascarilla una sensación de ahogo o agobio. ¿Cuáles pueden ser las causas? ¿Es conveniente su uso en todo tipo de personas?

Recientemente ha circulado un mensaje por las redes sociales asegurando que el uso prolongado de mascarillas puede llegar a producir hipoxia, esto es, una carencia de oxígeno en la sangre, en el organismo o en las células. El mensaje indica que “respirar una y otra vez aire exhalado se convierte en dióxido de carbono, por eso nos sentimos mareados». Sin embargo, esto es completamente erróneo, tal y como indican en Salud Sin Bulos.

«Las mascarillas, por lo menos las quirúrgicas y las autofiltrantes (que forman parte de los equipos de protección individual) no producen ni hipoxia ni hipercapnia (retención del CO2) porque lo que filtran son partículas, no retienen el aire, el cual puede entrar y salir a través de los materiales de los que están compuestas«,

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