Los expertos alertan de los peligros que tiene la obesidad, y no solo lo vemos en los adultos, sino también en los niños. Que si ahora no cocinamos como antes, que si ahora todo lo compramos ultraprocesado, etcétera. ¿Acaso es raro que después de ocho o diez horas trabajando la gente no tenga ganas de cocinar? Un mercado laboral que cada vez exige más y está dispuesto a dar menos que nunca, unos sueldos miserables para demasiadas horas, estrés, ansiedad, cansancio acumulado, entre otras muchas cosas. Creo que el ataque a nuestra salud no se puede achacar solo a nuestros hábitos alimentarios, sino también al tipo de vida que se nos está exigiendo que vivamos.

Borja Goñi Berastegui. Pamplona

Puedes seguir EL PAÍS Opinión en Facebook, Twitter o suscribirte aquí a la Newsletter.

 » Más información en elpais.es