Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), la empresa pública que gestiona el Metro de la capital catalana, ha elevado a 12 el número de trabajadores del suburbano afectados por su exposición al amianto. La compañía ha realizado exámenes médicos a unos 600 empleados después de que se detectasen restos de fibrocemento en varios convoyes. El resultado de las pruebas realizadas hasta la fecha revelan que estos 12 trabajadores tienen daños en la pleura, aunque se trata de lesiones leves que no requieren tratamiento médico ni afectan a sus funciones respiratorias.
Según ha informado TMB en un comunicado, los resultados del TAC de alta resolución al que fueron sometidos ya unos 600 empleados señalan que nueve trabajadores tienen un engrosamiento en la pleura —la membrana que cubre el pulmón— y otros tres tienen placas pleurales (dos de ellos no calcificadas). Se trata, todas ellas, de lesiones leves, aunque los empleados afectados harán un seguimiento médico para controlar la evolución de su estado de salud.
La compañía no ha descartado que aparezcan nuevos casos de trabajadores con lesiones vinculadas a la exposición al amianto. El plan de TMB es realizar los controles médicos a un total de 800 empleados. “Las visitas a pneumología comenzaron en diciembre y proseguirán a lo largo de todo el año 2019. Teniendo en cuenta que entre el 3% y el 14% de las personas expuestas al amianto presentan manifestaciones pleurales, es previsible que la cifra de casos aumente a lo largo de los próximos meses a medida que se vayan completando las revisiones médicas planificadas”, ha argumentado TMB.
Fuentes de TMB aseguraron ayer que no se ha detectado ninguna patología grave relacionada con la exposición a este material cancerígeno, como los mesoteliomas pleurales, el cáncer de pulmón o la asbestosis (una fibrosis pulmonar causada por la inhalación de fibras de amianto). Con todo, la empresa derivará al servicio de pneumología del hospital Vall d’Hebron de Barcelona todos los casos en los que se detecten anomalías en el TAC.