Andrew Street (Coventry, Inglaterra, 1966) es profesor de Economía de la Salud en la London School of Economics (LSE). Hace dos meses, en una conversación previa, se mostraba pesimista con los escenarios abiertos con el Brexit. Ahora, con Boris Johnson de primer ministro, se muestra abiertamente abatido.

Pregunta. Parece que vamos hacia el peor de los Brexit que usted imaginaba.

Respuesta. Sí, es terrible. La estrategia de Johnson de precipitar la salida de la UE dejando de lado al Parlamento nos aboca a una grave crisis constitucional. Entramos en terreno desconocido, pero lo que es seguro es que habrá incertidumbre, contestación social y un periodo de agitación política y económica que durará años. Esto se sumará a los perjuicios que ya causó el referéndum.

P. ¿Sí? ¿Cuáles?

R. Llevamos tres años en una especie de limbo y esto influye en las decisiones que la gente toma tratando de anticiparse a lo que piensa que va a ocurrir.

P. Póngame un ejemplo.

R. Dónde trabajar. La gente piensa que las restricciones en la libre circulación de personas son factibles y que será más difícil trabajar en el Reino Unido. Antes, cada mes había entre 500 y 1.000 solicitudes para ser enfermero en el Sistema Nacional de Salud [NHS, por sus siglas en inglés] desde el resto de la UE. Tras el referéndum se desplomaron y pasaron a ser menos de 100 al mes. Esto es muy grave.

P. ¿Por qué?

R. Porque el NHS es muy dependiente del personal del resto de la UE. El 11% de los médicos lo es, por ejemplo. El sistema sufre una carencia crónica de trabajadores, con unas 100.000 vacantes actualmente. Nos faltaba personal y ahora viene menos. Pero esto solo es el primer problema.

P. ¿Y el segundo?

“Mantener el nivel actual del sistema requerirá subir los impuestos”

R. El sistema será más caro. Habrá que ofrecer más dinero a los profesionales que quieres atraer y eso aumentará los costes.

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