Diversos estudios han demostrado que los besos aportan numerosos efectos positivos a nuestra salud física y mental: mejoran nuestro estado de ánimo, reducen el estrés, incrementan el deseo sexual, fortalecen el sistema inmune, contribuyen a la salud de la piel, hacen trabajar los músculos de la cara y por ende queman calorías e, incluso, disminuyen el colesterol y los efectos de ciertas alergias.
Además, nuestra boca también se beneficia ampliamente de las bondades del beso. Los expertos de Impress destacan cinco ventajas reconocidas para la salud bucodental:
Previene la caries y protege el esmalte
“La producción de saliva que genera un beso equilibra el PH de la boca e incrementa la cantidad de sales minerales, contribuyendo a eliminar los ácidos que provocan la caries y la erosión del esmalte”, indican.
Protege contra las infecciones
Según explican los expertos, al besarnos intercambiamos bacterias procedentes de la saliva de cada uno, en gran parte beneficiosas, porque crean anticuerpos que ayudan a nuestro sistema inmunológico.
De hecho, según un estudio de la Organización de Investigación Científica Aplicada de Holanda (TNO) un beso de 10 segundos transfiere 80 millones de bacterias. “Eso sí, es muy importante para evitar el efecto de bacterias negativas que mantengamos unos hábitos de higienes saludables y revisemos periódicamente nuestra salud oral para evitar problemas y complicaciones”,