El cerebro es, quizás, el órgano más sensible a los cambios en el flujo sanguíneo y en el suministro de oxígeno. Incluso breves interrupciones en el flujo capilar pueden indicar problemas neurológicos agudos; la evidencia sugiere que condiciones crónicas como el alzhéimer o el párkinson están cercanamente relacionadas con esta clase de eventos. Por ello, investigar los efectos de este fenómeno puede conducirnos al desarrollo de terapias para dichos trastornos.

Una mejora de técnicas ya disponibles

Con todo, y a pesar de los avances técnicos de las últimas décadas, continúa siendo complicado identificar las interrupciones en el flujo sanguíneo. La mejor herramienta disponible hasta el momento es la tomografía de coherencia óptica, pero se trata de un método de imagen con una resolución temporal pobre; por ello, sólo captura interrupciones del flujo sanguíneo relativamente largas.

Ahora, un nuevo estudio publicado en el medio especializado Neurophotonics ha buscado solucionar estos problemas empleando una técnica llamada microscopía de rayo Bessel de dos fotones para obtener imágenes volumétricas de los capilares del cerebro. Adicionalmente, estos autores proponen un sistema de análisis innovador que semi-automatiza la identificación de interrupciones en el flujo sanguíneo en los capilares del cerebro.

La microscopía de dos fotones es una técnica frecuentemente empleada en medicina que emplea luz láser para excitar moléculas fluorescentes dentro de una muestra.

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