Hay personas cuya vocación supera todos los límites. El doctor Robert Parry, cirujano pediátrico del hospital infantil Akron de Ohio, es un claro ejemplo de ello. Desde hace algunos años, después de operar a un menor, Parry sustituye, durante cinco minutos, su instrumental quirúrgico por un arsenal de rotuladores, y dibuja, a mano alzada, los personajes y animales preferidos de los pacientes en los apósitos que protegerán sus cicatrices. Su objetivo es ayudarles a lidiar mejor con el estrés que genera una intervención y, al mismo tiempo, animarles durante el proceso de curación.

Sin embargo, esos cinco minutos de calidad humana no solo consiguen sacar una sonrisa a los niños, sino también a sus familiares y a todo el personal médico, que siempre merodea a su alrededor mientras dibuja con la curiosidad de saber cuál será su próxima creación. «Es algo muy especial para todos. Para mí es divertido, los padres y los niños realmente lo disfrutan, e incluso a todo el personal médico le gusta participar», cuenta el profesional a la CNN en una entrevista. «Cada vez que uno de mis pacientes llega a la sala de recuperación, a todas las enfermeras les gusta echar un vistazo para ver cómo es el apósito que tiene el niño», añade. «Creo que simplemente hace sentir bien a todo el mundo, incluido yo mismo».

Hasta la fecha, los personajes de dibujos animados, como Olaf, de la película ‘Frozen’; Ígor, el burro amigo de Winnie de Pooh; o Batman, y los escudos de equipos deportivos, son las solicitudes que más recibe el doctor.

Distintos apósitos ilustrados por el doctor Parry.
/ Akron Children’s Hospital

Christina Potts, la madre de Kennedy, una niña de 7 años operada de una hernia por el doctor Parry, reconoce al medio estadonidense que lo que más recuerda de la operación de su hija es la mariposa con corazones en las alas.

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