Tres de cada cuatro contagiados en España padece fiebre o tos, la mitad presenta neumonía o disnea (sensación de ahogo) y un 25%, dolor de garganta. Estos son síntomas, más o menos graves, que están muy vinculados a la Covid-19, pero hay más. Detalla el Centro Nacional de Epidemiología (CNE), en los informes sobre la situación del coronavirus en España que publica periódicamente, que un 30% de los pacientes españoles tiene diarrea; un 10%, vómitos y un 5%, fallo renal agudo.

Es un hecho que el SARS-CoV-2 ataca primero a la nariz y la garganta y, en los casos más graves, hace de los pulmones su zona cero. No obstante, su alcance puede extenderse a muchos otros órganos, como el corazón y los vasos sanguíneos, los riñones, el intestino, el cerebro o la piel. En un artículo publicado en la revista ‘Science’ dan cuenta de algunos de los hallazgos que ya han hecho investigadores de todo el mundo y que ponen de manifiesto que la letalidad de la Covid-19 se extiende prácticamente a todo el cuerpo, como se muestra en el siguiente gráfico.

La puerta del virus es la proteína ACE2 , que se encuentra en gran cantidad en diversas partes del cuerpo, entre ellas las células epiteliales que recubren el sistema respiratorio hasta los alveolos, dentro de los pulmones. En estos pequeños sacos de aire es donde la sangre se oxigena y el coronavirus los aprovecha para reproducirse una y otra vez. Causa una infección y, en ocasiones, al activarse el sistema inmunitario, este se descontrola y los pulmones pueden llenarse de líquido y células muertas. Esto puede ser provocado por una ‘tormenta de citoquinas’, proteínas que tienen el deber de dirigir a las células inmunitarias y ayudar en la curación del enfermo. No obstante, es posible que al enfrentarse a un agente patógeno altamente peligroso se descontrolen causando el fallo.

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