C. GARCÍA

Omeprazol

El Omeprazol es un fármaco perteneciente al grupo de medicamentos denominados como inhibidores de la bomba de protones. Estos actúan reduciendo la cantidad de ácido producida por el estómago.

Los pacientes generalmente conocen este medicamento como un protector de estómago, pero esa no es realmente su función. Al reducir la producción de ácidos en el estómago se cree que hace el trabajo de un protector, sin embargo el Omeprazol no crea ninguna capa que proteja el estómago.

Este fármaco se utiliza en el tratamiento de lesiones o síntomas gastrointestinales, aquellas enfermedades por reflujo gastroesofágico. Este síndrome gastrointestinal tiene lugar cuando el flujo retrógrado del contenido gástrico del estómago provoca acidez estomacal y puede incluso a provocar lesiones en el esófago.

El reflujo es la subida de ácido del estómago que puede derivar en inflamación y dolor. Los sintomas son una sensación de mecazón en el pecho que sube hasta la garganta, conocida como ardoz y un sabor agrio en la boca o regurgitación ácida.

Usos recomendados

Su ingesta ayuda a la cicatrización de la mucosa esofágica y previene lesiones en la misma. Su uso más común es para reducir la producción de ácido en el estómago, ya que en en exceso puede provocar reflujos gástricos y derivar en molestos síntomas como la sensación de quemazón. Si el exceso de ácidos no se controla puede derivar incluso en una úlcera de estomago, lesión en el revestimiento estomacal o intestinal.

Se recomienda su uso con una receta médica, sobre todo para el tratamiento de úlceras. Estas se producen principalmente por un tipo de bacterias conocido como ‘Helicobacter pylori’.

El ‘Helicobater pylori’ es una bacteria que vive en el estómago y en el duodeno y se vincula con la aparición de enfermedades estomacales, como la gastritis y las úlceras pépticas. Asimismo, aumenta posibilidad de sufrir una úlcera gástrica e incluso duodenal (lesión en la mucosa que protege el estómago y el intestino). Si el paciente afectado no se somete a un buen puede desembocar en enfermedades graves como el cáncer gástrico.

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