Cuando se trata de explicar un trastorno de personalidad los expertos suelen recurrir, en muchas ocasiones, a personajes reales o de ficción para ilustrar una patología determinada. En concreto, en el caso del trastorno histriónico de personalidad uno de los ejemplos más socorridos es el de Escarlata O´Hara, la protagonista de la famosa novela de Margaret Mitchell Lo que el viento se llevó, que tan prodigiosamente interpretó en el cine la actriz Vivian Leigh en 1939.

Basta con ver cualquiera de las escenas del extenso metraje de la película para captar enseguida todas y cada una de las características que definen este desorden: a Escarlata le gusta siempre ser el centro de atención, dramatiza cualquier situación cuando el viento no rema a su favor, muestra comportamientos seductores de forma insistente, cuida al máximo su aspecto físico y exagera sobremanera las emociones (las buenas y las malas).

Antes de nada hay que aclarar que, a diferencia de otros trastornos mentales en los que la persona que los padece suele percibir perfectamente que algo no marcha bien, en el caso de los trastornos de personalidad es complicado que el sujeto se dé cuenta de que tiene un problema. A pesar de que su comportamiento sea poco sano y de la incomodidad que provoque en las personas que lo rodean, lo más probable es que lo vea como algo completamente normal.

Según el DSM 5, o lo que es lo mismo, el Manual Diagnóstico de la Asociación Americana de Psiquiatría, para diagnosticar esta patología en un persona se tienen que dar al menos cinco de las siguientes premisas:

– Siempre quiere ser el centro de atención y si no lo consigue, suele se siente mal consigo mismo.

– Busca siempre la aprobación de los demás.

– Le gusta tener el control de las personas y de las situaciones a su alrededor. Algo que, por extensión, les convierte en grandes manipuladores.

– Con frecuencia tiene un comportamiento muy seductor a la hora de relacionarse con los demás.

– Cuida mucho su aspecto físico para atraer a los demás.

– Tiende a dramatizar exagerando tanto sus emociones positivas como las negativas.

– Las críticas le afectan sobremanera y, además, es muy influenciable y se deja llevar por las opiniones de los demás.

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