Google recolectó datos médicos de millones de estadounidenses como parte de una iniciativa de la compañía denominada Project Nightingale (Proyecto Ruiseñor, en español). El gigante tecnológico firmó un acuerdo secreto con la compañía médica Ascension, uno de los principales sistemas de salud sin fines de lucro de Estados Unidos, para almacenar y analizar los datos personales de pacientes. El objetivo es mejorar los servicios médicos, según informaron este lunes las dos organizaciones, después de que The Wall Street Journal revelara detalles del proyecto como que ni los pacientes ni los médicos han sido notificados sobre lo que están haciendo.

Los datos de los pacientes a los que han tenido acceso al menos 150 empleados de Google, incluyen resultados de laboratorio, diagnósticos médicos y registros de hospitalización, entre otros, publica el WSJ. Las compañías no han querido revelar el número exacto de cuántos registros de pacientes ya se habían transferido a Google Cloud, pero los medios locales que han tenido acceso a informes internos hablan de cientos de millones. La información es tan detallada que equivale a un historial médico completo, incluido el nombre y la fecha de nacimiento del paciente.

Según el acuerdo, los datos de todos los pacientes de Ascension podrían eventualmente subirse a la nube del mayor buscador del planeta. El modus operandi del proyecto cumple con la ley y sigue los «requisitos estrictos de la organización para el manejo de datos», publicó este lunes la red hospitalaria en su página web.

Las dos compañías están haciendo pruebas con un software que, respaldado por inteligencia artificial y sistemas de aprendizaje automático, permite a los proveedores médicos buscar en el registro de salud electrónico de un paciente e incluso sugerir cambios en el tratamiento. Las búsquedas de la herramienta se pueden realizar por categorías específicas y crear gráficos con los datos, como los resultados de los análisis de sangre a lo largo del tiempo, según documentos obtenidos por The New York Times. Ascension confirmó al periódico estadounidense que Google no podría usar la información obtenida para ningún otro propósito que no sea proporcionar herramientas para sus proveedores médicos.

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