Claudia tiene 33 años, está soltera y goza de una vida sexual activa y responsable. Semanas atrás empezó a notar molestias que asoció a una infección urinaria que había padecido años atrás. Los síntomas, lejos de remitir, se agravaron, así que fue a la consulta del doctor Google. Sus dudas no hicieron más que multiplicarse. Hizo búsquedas para «secreción de flujo anormal», «olor desagradable», «dolor al miccionar», «dolor al mantener relaciones sexuales»… Las siglas ETS, de Enfermedad de Transmisión Sexual, aparecieron en la pantalla. Pánico, desazón e inquietud. Sin saber exactamente a quién debe uno recurrir en estos casos pidió cita en atención primaria. No había estado expuesta a relaciones de riesgo, como prácticas sexuales sin protección o con múltiples parejas, pero una mezcla de miedo, culpa y vergüenza la atenazaba. «¿Cómo es posible?, ¿qué va a pensar de mí el médico?», retumbaba en su cabeza. Entonces sintió el peso del estigma social, un dedo acusador que aún hoy nos señala.

Las pruebas determinaron que tenía candidiasis vaginal, una infección provocada por un hongo que no está catalogada como ETS porque su contagio no se produce únicamente por vía sexual. El facultativo le recetó un tratamiento y le aconsejó hacerse pruebas complementarias como la del VIH. Claudia palideció, se le secó la boca. «¿Sida? -pensó- ¿Yo? No puede ser». Los prejuicios se atropellaban en su mente y rehusó la invitación diagnóstica. Lo único que quería era salir de la consulta. Cuando por fin llegó a su casa, reflexionó fríamente: «No tenía ni idea de que el médico de cabecera me pudiera ofrecer esa prueba. Pero me da tranquilidad que sea tan accesible esa opción». El caso de Claudia no es ni mucho una excepción.

Sigue existiendo un porcentaje amplio de la población que carece de la información necesaria para saber qué hacer en el caso de sospechar que ha contraído una ETS, que se contagian por vía vaginal, anal y oral, aunque algunas pueden transmitirse por la sangre o de manera vertical, de madre a hijos en embarazadas. Las infecciones con mayor incidencia,

 » Más información en elpais.es