¿En qué favorece a una persona que sus perfiles en redes sociales se conviertan en un ‘querido diario’ de su vida personal y en un escaparate de sus relaciones más íntimas? Si una de las partes de la relación no está a favor de subir fotos con la pareja o etiquetarle en sus mensajes, ¿hasta qué punto hay que preocuparse?

La solución perfecta parece encontrarse a medio camino entre la invisibilidad y el exceso. O eso asegura un estudio elaborado por dos equipos de investigación de las universidades norteamericanas de Carnegie Mellon y de Kansas que concluye que “aunque compartir demasiado sobre la pareja puede ser dañino, no incluirla en la vida digital – si es costumbre del usuario usar con frecuencia sus redes sociales- puede ser igual de destructivo”.

Omri Gallath, coautor del estudio y profesor de psicología de la universidad de Kansas asegura que “cuando incluyes a tu pareja sentimental en tus publicaciones, tal vez confirmando el estado de una relación en línea o publicando una foto juntos, encontramos que contrarresta los efectos negativos de la divulgación en línea, lo que aumenta los sentimientos de intimidad y satisfacción”. Por lo tanto, compartir la relación en redes sociales ayudaría a validad la relación y aumentar la sensación de intimidad que se experimenta con la otra persona.

Los equipos analizaron, entre otras cosas, de qué manera afectaba a la satisfacción de la pareja que una persona compartiese información o fotos de ella misma en vez de sobre su relación y concluyó que cuando una pareja es ‘olvidada’ en las redes también empieza a sentirse excluida en la vida real, menos importante o especial, lo que podría traer consigo problemas entre ambos.

Obviamente esto no debería traducirse en un bombardeo de fotografías de los dos juntos en el muro pero sí en considerar que, cuando uno es muy activo en redes sociales, esa persona a la que tratamos como pareja en la vida real debe tener también su espacio en la virtual.

Dicho esto, también habría que considerar otros dos factores importantes: la filia o fobia que cada uno de los miembros de la pareja profese a las redes sociales – hay personas tremendamente activas, otras que están, sencillamente, porque es lo que hace la mayoría; y también aquellas a las que les producen alergia o no les interesan lo más mínimo- y el momento en el que se encuentra la relación entre ambos,

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