Si buscas quemar calorías como sea, o, mejor dicho, sin tener que correr largas distancias, quizá debas buscar la alternativa en el rincón de la memoria de los recuerdos del patio del colegio, donde un ejercicio languidece pese a tener sorprendentes beneficios, el de saltar a la comba. Es lo que sugiere una nueva investigación, que ha concluido que este ejercicio quema un 30% más de calorías que el running, al tiempo que impone una carga mucho menor a las rodillas, un detalle importantísimo para las personas que pagan un caro peaje al ejercicio de correr, en forma de dolor de rodillas.

Según el nuevo estudio, que ha visto la luz en la revista Gait & Posture y que profundiza en una virtud de saltar a la comba que los científicos ya conocían, el 79% de los corredores tienen algún tipo de lesión al cabo del año. Los problemas en las rodillas y en, en general, en las piernas, abundan por dos motivos: los corredores acumulan estrés en las extremidades cuando no dan a los músculos suficiente tiempo de recuperación y el movimiento que hace el cuerpo cuando corremos genera mucha fuerza que es absorbida por los tejidos, que no siempre consiguen soportarla. Saltar a la comba podría ayudar a reducir el número de lesiones porque las rodillas tienen que soportar una carga mucho menor, según han comprobado los científicos en 20 personas de entre 18 y 30 años. Además, aliviar el dolor de rodillas es muy beneficioso porque anima a hacer ejercicio.

Sus mediciones revelan que correr produce casi el doble de fuerza máxima media en la rótula que saltar a la comba, y un 30% más en el corazón de la articulación donde confluyen el fémur y la tibia. La explicación puede estar en las diferencias en los movimientos que implica cada uno de estos tipos de ejercicio físico. Mientras correr implica apoyar el peso del cuerpo en un solo punto, cuando uno salta a la comba hay una fase en la que apoya ambos pies en el suelo,

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