La melatonina, denominada como «hormona de la oscuridad», se encuentra en nuestro organismo de forma natural y se origina a partir del triptófano, un aminoácido esencial, mediante la transformación en la glándula pineal de serotonina en melatonina. Esta hormona natural está implicada en muchos de los procesos fisiológicos de nuestro cuerpo.
Entre sus múltiples funciones, la melatonina se encarga de regular el reloj biológico, estimula la secreción de la hormona del crecimiento, regula el apetito, actúa como antioxidante y puede ayudar al sistema inmunológico.
De acuerdo con el Instituto Internacional de la Melatonina (IiMEL), esta molécula estaba relacionada en un principio con la «fisiología neuroendocrina», principalmente con la reproducción. Después, se averiguó que estaba implicada también en «la regulación de los ritmos circadianos, tanto endocrinos como no endocrinos, como el ritmo sueño-vigilia».
Más adelante, según el desarrollo de las investigaciones sobre esta hormona, se identificó como «una hormona moduladora de la actividad del sistema inmunitario» y se demostró que era un potente antioxidante y antiinflamatorio.
Además, si la glándula pineal ha sido fuente de melatonina de forma habitual, estos expertos destacan que «desde hace años sabemos que la melatonina no solo se produce en esta glándula, sino que se sintetiza en la mayoría de órganos y tejidos de nuestro organismo».
Aunque segreguemos esta hormona de forma natural en el cuerpo, o existan suplementos en herbolarios, debes saber que hay algunos alimentos que contienen melatonina y que pueden ayudar a nuestro organismo.
Algunas frutas contienen una elevada cantidad de melatonina como es el caso de las cerezas. Este alimento es quizá de los que más altas dosis contiene, por lo que su consumo es muy recomendable.
Las fresas o el plátano también contienen esta hormona natural. En el caso de los plátanos, además, son ricos en potasio para la protección cardiovascular.
Algunos cereales como el arroz (sobre todo el integral), la avena y el maíz dulce son alimentos que contienen bastantes niveles de melatonina por gramo. Además, su consumo es importante para llevar mantener una alimentación saludable y equilibrada.
Los cereales también son fuente de fibra, hierro, vitamina B y tocoferol, y suelen tener pocas grasas.
Las nueces, entre todos los frutos secos, contienen un importante nivel de triptófano (origen de la melatonina).