La pandemia de COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, ha provocado una crisis mundial con un elevado coste en vidas humanas. Las consecuencias económicas que se esperan son igualmente extraordinarias. Debido a su novedad, actualmente no hay vacunas frente al virus, ni tratamientos que se puedan aplicar a los enfermos de COVID-19.

La importancia del diagnóstico

A mediados de marzo, con más de cien mil contagiados en todo el mundo y miles de fallecidos, la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia. A los pocos días, su director aseguraba que la mejor manera de frenar su avance era impulsar el diagnóstico de los individuos contagiados: «Tenemos un sencillo mensaje para todos los países: test, test, test. Hacer test a cada caso sospechoso».

El principal diagnóstico molecular del SARS-CoV-2 implica la detección de su material genético, una molécula de ácido ribonucleico (ARN) lineal. Estas moléculas, como las de ácido desoxirribonucleico (ADN), son secuencias más o menos largas de unas unidades químicas llamadas nucleótidos. Estos se enlazan unos con otros mediante enlaces químicos, como si fueran los eslabones de una cadena, gracias a la actividad de las enzimas llamadas ADN polimerasas.

Una diferencia fundamental entre estos dos tipos de ácidos nucleicos es que mientras el ARN está formada por una sola cadena, el ADN suele estar formado por dos cadenas, que se entrelazan como en el sistema de cierre de una cremallera.

Los métodos actuales

La detección del SARS-CoV-2 no es sencilla en la práctica. En primer lugar, la cantidad de ARN en los individuos contagiados es mínima, especialmente en las fases iniciales de la infección. Por eso, para un diagnóstico exitoso hacen falta técnicas potentes de amplificación del genoma del virus.

La más utilizada actualmente es la llamada RT-PCR, una técnica compleja que requiere dos etapas (ver figura, panel izquierdo).

En la primera, el genoma de ARN del virus es convertido en una molécula de ADN de doble cadena mediante el uso de la enzima RetroTranscriptasa.

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