El Juzgado de lo Penal número 1 de Ciudad Real ha impuesto la mayor indemnización de la historia en España por una negligencia médica: 5,5 millones de euros que deberán pagar el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) junto a Zurich y Maphre, las compañías aseguradoras de los dos profesionales sanitarios responsables de un delito de «lesiones por imprudencia profesional grave».
Los hechos ocurrieron el 14 de octubre de 2012 en el Hospital General de Valdepeñas (Ciudad Real) durante un parto en el que el ginecólogo y la matrona que estaban realizando el seguimiento y control del mismo «con un proceder absolutamente negligente, no adoptaron las medidas necesarias encaminadas a solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal», según la sentencia. Durante el parto se rompió la bolsa y el meconio -primeras deposiciones del bebé- se mezcló con el líquido amniótico. Como consecuencia, la recién nacida sufrió hasta 26 episodios de disminución de la frecuencia cardíaca fetal sin que el ginecólogo y la matrona advirtieran estas señales de alarma.
Se produjo entonces un «sufrimiento fetal irreversible» que provocó a la niña un «severo daño neurológico por falta de oxígeno». La sentencia, que fue dada a conocer este miércoles por la asociación «El Defensor del Paciente» cuyos abogados han representado a los padres, reconoce que, debido a esta actuación imprudente, la niña -ahora tiene 7 años- presenta graves secuelas: es tetrapléjica, sufre epilepsia no controlada, parálisis cerebral, daño cerebral severo y desorientación. Aunque mueve mínimamente la cabeza y no se encuentra en un estado vegetativo completo, depende absolutamente de una persona las 24 horas del día para alimentarse, asearse, vestirse, desplazarse y evitar su atragantamiento durante la noche.