Cada año, 180.000 personas mueren en el mundo por meningitis criptocócica, una infección que afecta a las membranas que rodean al cerebro y a la médula espinal. La mayoría de ellas son portadoras del VIH y el 75% vive en África Subsahariana. Allí no se pueden permitir comprar un fármaco que podría salvarles. Es la anfotericina B liposomal (L-AmB), que en combinación con otros medicamentos es muy eficaz contra la enfermedad, pero que no está disponible o tiene precios prohibitivos donde más se necesita.

Gilead, la farmacéutica que lo fabrica, anunció el año pasado una iniciativa de acceso que prometía precios más bajos para este fármaco en 116 países en desarrollo. Pero, según denuncia Médicos sin Fronteras (MSF), hasta la fecha sigue siendo prácticamente inaccesible y solamente se ha registrado en seis de estos países. «Aunque Gilead difundió su promesa de reducir el precio a uno sin ánimo de lucro de 14,3 euros por frasco en septiembre de 2018, la L-AmB sigue teniendo un precio inalcanzable en muchos países en desarrollo. Por ejemplo, en Sudáfrica cuesta unos 175 euros por frasco (casi 3.700 euros por tratamiento completo). En India, el precio es de 40 euros por frasco (casi 1.000 euros por tratamiento)», denuncia la ONG en un comunicado.

Este periódico se ha puesto en contacto con la empresa para obtener una explicación, pero no ha obtenido respuesta hasta el momento.

Casi un 15% de las muertes relacionadas con VIH en el mundo están causadas por la meningitis crptocócica

Hace poco más de un año, el medicamento fue recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el tratamiento óptimo, en lugar de uno más tóxico. La seguridad de la L-AmB y el hecho de que tiene menos efectos secundarios puede mejorar los resultados del tratamiento y el manejo de la enfermedad en contextos de bajos recursos, que es donde se producen la mayoría de casos de meningitis criptocócica. Sin embargo, la OMS manifiesta que los altos precios y la falta de registro de L-AmB crean barreras importantes para que las personas reciban este medicamento en los países en desarrollo,

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