Al margen de otras consideraciones, hay aspectos del coronavirus que son dignos de estudio. En España, el miedo al contagio ha agotado las mascarillas en las farmacias y otros establecimientos en los que se venden. Un resfriado común, asintomático, de dos personas, según nos dicen, es todo lo que podemos contar respecto de la incidencia del mencionado virus en nuestro país. Pero el miedo nos hace actuar irracionalmente y anula nuestra capacidad de pensar si no somos capaces de controlarlo. Puede llegar a ser un arma contra la sociedad y contra la libertad de cada uno. Nos debilita y nos hace vulnerables a manipulaciones. Dudar y pararse a pensar pueden ser buenos antídotos para que no hagan de nosotros seres humanos asustadizos y cargados de temores, capaces, en ese estado, de creer y aceptar cualquier cosa. El miedo sí que es una verdadera pandemia.

Luis Maroto Rivero. Navalcarnero (Madrid)

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