Estados Unidos empezó la evacuación de sus ciudadanos que se encuentran desde hace días frente a las costas de Japón en un crucero en cuarentena donde se han constatado 355 casos del nuevo coronavirus, 70 solo este domingo. La evacuación llega cuando las autoridades de Japón han incrementado sus advertencias sobre el brote, instando a los ciudadanos a evitar lugares concurridos. Otros países como Hong Kong, Australia o Canadá también están estudiando cómo sacar a sus nacionales del Diamond Princess. Además de los casos en el crucero, las autoridades niponas informaron de seis nuevos casos registrados el domingo, la mayoría en Tokio, lo que eleva a 59 el número de casos confirmados.

Los estadounidenses salieron del barco en grupos, pasando por un control de pasaportes improvisado, aunque no se sometieron a controles de salud, declaró a AFP Sara Arana, una pasajera californiana. Después subieron a bordo de autobuses, donde los conductores llevaban trajes protectores, y se les informó de que más de una docena de vehículos viajarían en un convoy. «Estoy feliz y lista para irme», dijo Arana antes de salir del barco. «Necesitamos una cuarentena correcta, esta no lo era», agregó.

El Gobierno de Estados Unidos debería haber intervenido «mucho antes, al principio», dijo esta trabajadora social médica de 52 años. Dos vuelos chárter deben llevar a los pasajeros del crucero a Estados Unidos, donde una parte permanecerá en cuarentena 14 días en una base militar de California y otra en Texas.

No a la evacuación

Pero otros ciudadanos estadounidenses rechazaron la evacuación, a pesar de haber sido advertido de que aún tendrán que esperar dos semanas y dar negativo en los tests del virus antes de que puedan volver a casa. «Mi salud está bien. Y mis dos semanas de cuarentena casi han terminado. ¿Por qué querría subirme a un autobús y a un avión con otra gente que cree que está infectada cuando he pasado casi dos semanas aislado de esa gente?»,

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