El consejero de Transportes, Ángel Garrido, prometió ayer “colaboración máxima” de la Comunidad de Madrid y de Metro para “aclarar los hechos” que se investigan en el caso amianto. El expresidente autonómico entre mayo de 2018 y abril de 2019, entonces en el PP, se refería así a la investigación abierta en los tribunales tras la denuncia de la Fiscalía contra siete responsables del área de Salud y Prevención de Riesgos Laborales de la empresa pública por ocultar a los trabajadores que manipularon durante décadas piezas que contenían este tóxico material.

Una causa en la que CC OO pidió personarse también como acusación particular. El sindicato ha denunciado reiteradamente que, ante la crisis del amianto, “lo único que hemos recibido por parte de la empresa y de los políticos son trabas”. Colaborar “es la instrucción que tienen la consejería y la empresa”, sentenció ayer el ahora dirigente de Ciudadanos, durante un acto en la Nave de Motores.

Estas declaraciones se produjeron ayer después de que EL PAÍS desvelase que la responsable del Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid, María Isabel Garaizabal, ha activado las pesquisas con la citación en diciembre de los primeros testigos. Se trata de compañeros de trabajo de los dos empleados muertos por asbestosis, enfermedad laboral asociada a la exposición a este mineral.

“Tanto desde la Consejería como desde Metro responderemos como siempre, colaborando”, prosiguió Garrido, que prometió cooperación “máxima” con sindicatos y representantes de los trabajadores. Estos llevan años denunciando que la empresa ocultó a los empleados los riesgos que corrían. Esa fue, precisamente, una de las conclusiones de la comisión de investigación abierta en la Asamblea regional la pasada legislatura, que remitió su informe final al Ministerio Público tras lograr el respaldo de PSOE, Podemos y Cs. Entonces, Garrido era el presidente regional bajo las siglas del PP, partido que no solo no apoyó el dictamen, sino que arremetió contra el documento.

“Con respecto a Metro y el amianto, la situación de Garrido debe ser confusa incluso para sí mismo”,

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