Siete días después de que se endurecieran la medidas restrictivas del estado de alarma, España empieza a frenar la curva de mortalidad del coronavirus y registró un incremento de 809 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas según los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad este sábado, una cifra que sigue siendo elevada pero es la más baja de la última semana (los datos del viernes se elevaron a 932). El ritmo de decesos se desacelera hasta un 7% diario, el menor también de la serie histórica. Hace una semana el ritmo de crecimiento de la mortalidad era de un 11% diario.
Más esperanzador es el dato de los nuevos ingresados en UCI, que se redujo a 116. Un dato que contribuye a liberar a los hospitales del estrés que llevaban sufriendo en esta oleada de contagios, y en los que actualmente ya se han dado de alta a 34.219 pacientes (3.706 más). El número de contagios se sitúa ya en 124.736 casos, 7.026 más respecto al día anterior (un 6% sobre el día anterior).
Desde Sanidad habían alertado de la importancia de controlar la cifra de nuevos ingresos en UCI, ya que muchos de los pacientes que tratan pueden permanecer hasta 28 días en este tipo de camas sanitarias, lo que contribuye a colapsar las plazas disponibles por acumulación. Las miradas de los sanitarios están puestas en los datos de la semana que viene, pero la cifra ofrecida este sábado por el Gobierno contribuye a dar un respiro a sistema de salud.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzará esta tarde a los líderes de los partidos políticos la decisión de pedir o no al Congreso de los Diputados una nueva prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril y en qué condiciones. Una cuestió que se planteará en la reunión que mantiene con el consejo de científicos que le asesora y con el Comité de Gestión del coronavirus.