El plan de desescalada impulsado por el Gobierno se compone de cuatro fases, a las que los diferentes territorios solo accederán si son capaces de cumplir con los marcadores que el Ministerio de Sanidad ha fijado: la capacidad sanitaria, la situación epidemiológica y los datos socioeconómicos y de movilidad. Así, se calcula que esta transición hacia «la nueva normalidad» durará al menos cerca de ocho semanas, lo que no quiere decir que, en caso de rebrotes se den pasos atrás.

Las etapas de la desescalada

La desescalada se compone de un total de cuatro fases antes de alcanzar la denominda ‘nueva normalidad’. De una a otra se pasará en función de una serie de marcadores.

No se han fijado fechas determinadas para cada una de las fases. Entre ellas pasará un mínimo de dos semanas por cuestiones de cuarentena. De este modo, se calcula que la transición a la ‘nueva normalidad’ durará al menos cerca de ocho semanas. Por otro lado, en función del cumplimiento de los marcadores establecidos, unas zonas podrían entrar en agunas de las fases en días diferentes.

Las zonas o unidades territoriales serán las provincias o islas. La desescalada será asimétrica, es decir algunas provincias podrían avanzar de fase antes que otras. De hecho, la isla de Formentera en Baleares y El Hierro, La Graciosa y La Gomera empezarán directamente en la Fase 1 a partir del 4 de mayo.

Los detalles de cada fase

Cada fase conllevará un alivio gradual de distintas medidas de confinamiento. La fecha de inicio de cada etapa es orientativa ya que dependerá del cumplimiento de los marcadores. Estos son los cambios que se conocen de los distintos periodos.

– Personal: Paseos de niños, mayores y convivientes.

– Comercio y servicios: Apertura de establecimientos con cita previa para la atención individual de los clientes.

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