Las mujeres tienen muy asumido que es normal que la regla duela, y que incluso haya que tomarse algún de medicación para mantener ese dolor bajo control. Y no es de extrañar, pues la inmensa mayoría de las mujeres han tenido reglas dolorosas más de una vez y hasta un tercio lo sufren de manera habitual, sobre todo las adolescentes y las adultas jóvenes. Por tanto, además de habitual, la dismenorrea puede considerarse, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, un problema de salud pública. Sin embargo, no siempre debe silenciarse ese dolor sin más, pues, aunque tener molestias durante la menstruación es algo normal que no suele conllevar problemas más graves, en algunas ocasiones pueden esconder problemas ginecológicos más graves. La dismenorrea consiste en un dolor intenso en la parte baja del abdomen o pélvica que puede irradiar hacia la zona lumbar y las piernas. Ese dolor puede ser aislado o ir acompañado de otras molestias, como vómitos, dolor de cabeza, diarrea a mareos. Suele aparecer el mismo día de la regla o un día ante y prologarse un par de días más. Aunque puede afectar a cualquier mujer en edad reproductiva, se sabe que lo hace más a las que fuman, beben alcohol durante el periodo, tienen sobrepeso y a las que tuvieron su primera regla antes de los 11 años. En cuanto a las causas, hay que diferencias dos tipos de dismenorrea para determinarlas, por un lado, está la dismenorrea primera, que es aquella que afecta a las mujeres desde aproximadamente los seis y los 12 meses siguientes de la aparición de la primera menstruación. Afecta más en la juventud, va disminuyendo con la edad y no se asocia con ninguna patología, sino que es fruto de las contracciones uterinas que se producen durante la menstruación para expulsar el endometrio. Además, durante la regla, nuestro cuerpo segrega unas sustancias espasmódicas llamadas prostaglandinas, que aumentan la intensidad de la contracción y, por lo tanto, pueden producir o incrementar el dolor.Además, existe otro tipo de dismenorrea, la secundaria, que suele aparecer después de los 30 años y en mujeres que ya han tenido hijos. Suele aparecer unos días antes de la menstruación, el dolor es más continuo y puede esconder alguna patología ginecológica, como endometriosis, miomas uterinos, pólipos, quistes ováricos, enfermedad inflamatoria pélvica, malformaciones, etc.El dolor menstrual siempre debe ser estudiado, sobre todo si es muy incapacitante e impide llevar a cabo las actividades diarias,

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