Para la mayoría de las personas, la gripe no es más que una infección respiratoria tan odiosa como pasajera, pero en algunos casos puede convertirse en una enfermedad grave que puede ser mortal. Lo que está claro para todos es que la mejor manera de prevenir los efectos de la enfermedad, en uno mismo y en los demás, tiene forma de vacuna. Por eso las autoridades sanitarias impulsan cada otoño la campaña de vacunación que se inicia hoy en Madrid y que esta semana también comenzará en otros territorios. La vacuna de la gripe es segura y eficaz pero no siempre alcanza las mismas cotas de protección, y entre las razones que explican esta variabilidad podría estar el momento del día en el que se administra.

Al menos, esto es lo que puede deducirse de una investigación que ha visto la luz este mes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. El estudio se hizo con ratones y en él no se usó la vacuna de la gripe, pero el artículo concluye que la respuesta de las células del sistema inmunitario ante la inmunización, en general, aumenta a esa hora. Y las células que los científicos estudiaron fueron los linfocitos T CD8, el mismo tipo que protegen frente a los virus de la gripe. Para alcanzar esta conclusión, los científicos dividieron a los roedores en dos grupos, cada uno de los cuales recibió la inmunización en diferentes momentos del día. Transcurrida una semana, el bazo de los animales vacunados a mediodía contenía el doble de linfocitos T CD8, que son células provistas de mecanismos para atacar a cualquier otra célula del organismo que exprese un fragmento de antígeno extraño. Su función es importante, sobre todo, en infecciones virales.

Aunque las conclusiones del trabajo no pueden aplicarse sin más a la vacunación de la gripe, si la protección frente a esta enfermedad también aumentara en caso de aplicar la vacuna a mediodía, un simple ajuste en la programación de su administración podría conseguir una mejor respuesta de los anticuerpos contra esta enfermedad,

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