El pasado 7 de enero, las autoridades sanitarias chinas analizaron un nuevo tipo de virus de la familia Coronaviridae como causante del brote de coronavirus en la ciudad de Wuhan que se ha extendido a otros países y que llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar el estado de emergencia el 30 de enero.
La enfermedad, denominada COVID-19, ha afectado a más de 90.000 personas a nivel mundial y ha causado la muerte de más de 3.000. En el caso de España, el número de contagiados por coronavirus supera los 120 casos.
Al desconocerse la fuente de infección, las autoridades no saben a ciencia cierta la capacidad que tiene este nuevo virus para transmitirse. Sin embargo, al mantener cierta similitud con otros coronavirus conocidos, se sabe que puede transmitirse a través de las gotas respiratorias y por contacto directo con personas infectadas.
De acuerdo con el Ministerio de Sanidad, los casos en investigación por COVID-19 serán los que cumplan alguno de los siguientes criterios:
– Personas con cuadros clínicos compatibles con síntomas como fiebre, dificultad para respirar o tos y que en los 14 días previos al comienzo de estos síntomas haya estado en algún país con riesgo de transmisión o en contacto estrecho con un caso probable o positivo.
– Pacientes hospitalizados con infecciones respiratorias agudas con criterios de gravedad.
Las autoridades sanitarias, en el caso de España, utilizan una prueba de laboratorio denominada PCR para descartar o confirmar posibles personas infectadas.
En concreto, el criterio de laboratorio del procedimiento de actuación del Ministerio de Sanidad consiste en una PCR de screening positiva y una PCR de confirmación en un gen alternativo y que resulte también positiva. Este diagnóstico se realizará en los laboratorios seleccionados de las diferentes comunidades autónomas.
Respecto a las muestras analizadas, lo más común es realizar muestras bucofaríngeas y lo recomendado es tomar saliva del paciente en investigación tanto del tracto respiratorio superior como del inferior. Concretamente, el protocolo de actuación frente a casos de infección por el nuevo coronavirus difundido por el Ministerio de Sanidad establece que se deben realizar las siguientes muestras:
– Superior: exudado nasofaríngeo y/o orofaríngeo en pacientes ambulatorios.