El gobierno de la alcaldesa Ada Colau ha conseguido este martes salvar el primer trámite, la aprobación inicial, para crear un servicio de dentista municipal con precios hasta un 40% más económicos que los de las clínicas privadas. Los grupos municipales de ERC y PSC han votado favorablemente al proyecto, pero han exigido concreción y, sobre todo, que se consensúe con el Colegio de Odontólogos, que se ha mostrado muy crítico con la propuesta, hasta el punto de tacharlo de “publicidad engañosa”.
Todos los grupos salvo la CUP y los dos concejales no adscritos, que también han votado a favor, han considerado que el dentista municipal, anunciado a cinco meses de las municipales de mayo, es una medida electoralista. Los grupos municipales del PDeCAT, Ciutadans y PP han votado en contra y han pedido al gobierno municipal que retire la propuesta para trabajarla con los grupos de la oposición antes de sacarla adelante. Tras la aprobación inicial en la Comisión de Derechos Sociales, el expediente saldrá a exposición pública y se votará definitivamente en el pleno de marzo.
Pese a lograr la aprobación inicial, a la comisionada de Salud, Gemma Tarafa le han llovido críticas. El PDeCAT ha tachado la propuesta de “populista en mayúsculas”, de “mentir” y de que será “inviable e insostenible”. También Ciutadans habló de “populismo” y le acusó de tener “los titulares como único objetivo”. Unas críticas compartidas en parte por ERC y PSC, pero cuyas concejales votaron a favor a la espera de “llegar a consenso con los actores vinculados y resolver las incongruencias”. Tarafa ha respondido que “hay tiempo de hablar” con los odontólogos y que no es cierto que la medida se haya improvisado, sino que se ha trabajado durante meses con los servicios jurídicos, económicos, el interventor y BSM, la empresa municipal de la que colgará el dentista público si se acaba aprobando.