Mi madre y el 1% de la población mundial sufren el síndrome de fatiga crónica, una enfermedad que provoca gran cansancio físico y mental que no se alivia con descanso y deteriora gravemente su calidad de vida. Aunque cada vez es más frecuente, en España es una gran desconocida, los médicos no saben cómo tratarla y a veces ni diagnosticarla, y lo único que se ofrece es una especie de psicoterapias grupales. Necesitamos una atención médica pública adecuada y actualizada, así como más inversión en la investigación.
Laura Varela Sitjà
Barcelona
Puedes seguir EL PAÍS Opinión en Facebook, Twitter o suscribirte aquí a la Newsletter.