El Ayuntamiento de Barcelona acaba el mandato sin haber cerrado una de las grandes cuestiones que tiene entre manos: quién se queda con un espacio vacío en el centro de Ciutat Vella, la Capilla de la Misericòrdia. Un edificio sin uso que se disputan el Macba (para ampliar sus instalaciones) y el ambulatorio del barrio (el actual no reúne las mínimas condiciones).

El pleno debía votar este viernes si se revocaba la cesión del espacio al museo, pero el Gobierno de la alcaldesa Ada Colau, ha levantado por segunda vez el punto del orden del día. Formalmente, la cuestión no está cerrada, pero por ahora la realidad es que el museo mantiene la capilla y la mayoría de partidos apoyan que el CAP se ubique en un edificio de obra nuevo que se construirá en el espacio peatonal que hay entre la calle de Ferlandina y la plaza de Joan Corominas. Una propuesta lanzada a última hora y avalada por el departamento de Salud, que capitanea ERC en el Gobierno de la Generalitat y que hasta hace unas semanas defendía la capilla como “el único” emplazamiento posible para el CAP.

Los vecinos y los sanitarios del CAP, agrupados en la plataforma CAP Raval Nord Digne han abandonado la tribuna del pleno con gritos de “vuestros votos no nos representan” y “Macba fuera del barrio”. La plataforma mantiene la capilla ocupada desde hace unas semanas y esta tarde tiene previsto celebrar una asamblea para decidir qué hacen. Aseguran que “la lucha no ha acabado” y que harán todo lo que esté en sus manos para que el CAP se construya en la capilla, cedida hace más de cinco años al Macba, que durante todo este tiempo no ha comenzado las obras de ampliación. En varias ocasiones han señalado que el ambiente preelectoral ha perjudicado sus intereses y recuerdan que ERC es el principal rival de Colau en las municipales.

La Plataforma cuenta con el apoyo del gobierno de Colau y de la CUP, que insisten que la capilla es la mejor ubicación para el nuevo ambulatorio.

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