Cuando un país está infestado por malaria es relativamente sencillo reducir los casos. Se aplican las primeras medidas básicas en higiene, mosquiteras y tratamiento, y el descenso suele llegar rápido. Pero a medida que bajan las infecciones y las muertes, cada vez es más complicado seguir progresando. La última milla, pasar de muy pocos a ningún caso, es el reto definitivo que solo han logrado 38 países en todo el mundo aplicando los programas que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los dos últimos se acaban de sumar este miércoles: Argelia y Argentina.

Después de al menos tres años sin registrar ningún caso endémico, la OMS acaba de anunciar que considera oficialmente a ambos libres de paludismo. Son los segundos países en tierra continental africana y sudamericana, respectivamente, que consiguen este distintivo. Antes que Argentina lo logró Paraguay, en 2018; Marruecos fue el primero en su continente, en 2010.

Como ha venido sucediendo en los países que han conseguido erradicar la enfermedad dentro de sus fronteras, el proceso no ha sido rápido ni sencillo. Después de décadas aplicando las medidas más básicas y haciéndolas llegar cada vez a más población, en los últimos años un refuerzo en la vigilancia permitía que cada infección nueva se identificara y tratara rápidamente. La OMS resalta que ambos países han aportado diagnóstico y tratamiento gratuitos “asegurando que nadie se quedara atrás en la obtención de los servicios necesarios para prevenir, detectar y curar la enfermedad”.

Los últimos casos endémicos se registraron en 2010 (Argentina) y 2013 (Argelia). Desde entonces, la OMS ha confirmado que no ha habido rebrotes y que sus sistemas sanitarios son capaces de atajar rápidamente uno si se produjera. Es entonces cuando ha certificado que ambos han quedado libres de la enfermedad, algo que ha sucedido con 38 países desde 1962. España lo logró en 1964. Además de estos, otros 61 estados del mundo están considerados oficialmente sin paludismo, pero en ellos o nunca hubo o desapareció sin tomar medidas concretas.

la OMS ha confirmado que no ha habido rebrotes en más de tres años y que los sistemas sanitarios son capaces de atajar rápidamente uno si se produjera

Al ver un mapa de incidencia de la malaria —como el que acompaña a este texto— se comprueba claramente que los países tropicales son los afectados.

 » Más información en elpais.es