Preocupa la adicción patológica a los juegos y apuestas online que se expande aventada por una desaforada publicidad invasiva que emite anuncios de apuestas incluso en horario infantil. No es necesario acudir a una sala de juegos o al bar a una máquina recreativa, sino que desde cualquier lugar, con el teléfono móvil, se puede apostar. Por otra parte, las tarjetas de crédito incentivan la compulsión y generan un endeudamiento, en ocasiones eterno, a través de los microcréditos rápidos. Los adolescentes constituyen un grupo vulnerable al tener una distorsionada percepción del riesgo. Prevención, educación, regulación de la publicidad y, acaso, prohibición del uso de esos créditos, deberían abordarse con responsabilidad.

José María Torras Coll. Sabadell (Barcelona)

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