El ingreso en la UCI Pediátrica del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) de un bebé de dos meses con las costillas rotas solo unos días después de la muerte de su hermano mellizo en la vivienda familiar ha hecho saltar las alarmas de las autoridades. La policía y el juzgado orensano han activado los protocolos para aclarar si se trata de un caso de maltrato, aunque por ahora las investigaciones apuntan más bien hacia una desgraciada casualidad, según fuentes del caso.

Pese a ello, la Consejería de Política Social de la Xunta de Galicia ha asumido la guarda provisional del bebé, “un grado inferior al de la tutela”, precisa un portavoz. La medida ha sido adoptada para descartar definitivamente que el bebé “pueda estar en una situación de riesgo” si continúa en el seno familiar mientras no concluye la investigación.

La muerte de uno de los mellizos se produjo el pasado día 4. Los padres llamaron desde su vivienda a los servicios de emergencia que no pudieron hacer nada por salvar la vida del pequeño. Aunque la autopsia no ha determinado de momento la causa de la muerte, los primeros resultados descartan que se haya producido de forma violenta. A la espera de más pruebas forenses, tampoco queda acreditada una negligencia grave en los cuidados del pequeño, según ha avanzado este miércoles el diario local La Región.

Del relato de los padres ante el juzgado de guardia se desprende que el mellizo ingresado en el hospital con traumatismo costal se atragantó mientras tomaba el biberón y que ante los síntomas de ahogamiento, el padre intentó reanimarlo. Los investigadores parecen dar credibilidad a este testimonio ya que consideran que las lesiones podrían deberse al intento de reanimación y no a un maltrato. La vivienda, además, reúne las condiciones de habitabilidad, según detectó la policía en la inspección ocular.

El Tribunal de Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha reconocido que se han incoado diligencias por la muerte del primer mellizo,

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