Todavía hay medios de transporte en los que un pasajero puede toparse con aglomeraciones que lo remitan a épocas precoronavirus. Pese a las restricciones extremas a la hora de salir de casa, miles de personas recorren distancias pequeñas, medias e incluso largas por trabajo o por causas de fuerza mayor, entre otras excepciones al confinamiento. Errores puntuales en la gestión de los operadores o circunstancias sobrevenidas dejan aún imágenes de estrecheces, aunque un buen número de normas aprobadas por el Ministerio de Transportes tras la declaración del estado de alarma tratan de regular al máximo los desplazamientos.
Coche particular y taxi o VTC
Solo se puede coger el coche para comprar alimentos, ir a la farmacia, al hospital o al banco, o para cuidar a alguien y solo podrá viajar una persona por cada fila de asientos manteniendo la mayor distancia posible entre los ocupantes.
Transporte público
Quizá sea el transporte público el lugar en el que más difícil resulte mantener la distancia de seguridad. El ministerio ha establecido un dispositivo de personal de seguridad en los accesos a las estaciones con más viajeros y también ha limitado a un tercio el número de personas a bordo de un autobús. Pero a la vez, las autoridades son conscientes de que la recomendación de guardar la distancia solo puede cumplirse por la voluntad de los viajeros, así que el Metro de Madrid, por ejemplo, pide por megafonía que los viajeros aprovechen los espacios libres a lo largo del andén y en el interior de los vagones. Por su parte, el Cercanías (uno de los medios con más saturación, sobre todo en los primeros días de la crisis sanitaria) mantiene el 80% de sus frecuencias en horas punta y el 50% el resto del día. En festivos, la reducción es de un tercio sobre la oferta habitual; y siempre guardando por lo menos un metro de distancia.
Autobús
Igual que en los urbanos,