Se conoce como dermatitis atópica al eccema que aparece en la piel causando rojeces y picazón. Se trata de un trastorno crónico y, aunque es más frecuente que aparezca en edades tempranas, la dermatitis atópica puede dar la cara en cualquier momento.

La dermatitis atópica es un trastorno duradero, y aunque con tratamiento se pueden mantener los síntomas controlados, suele exacerbarse periódicamente. No existe cura y puede manifestarse con asma o con rinitis alérgica.

Los síntomas de la dermatitis atópica dependen de la persona, aunque habitualmente se suele manifestar en piel seca con ronchas rojas o grisáceas especialmente en manos, muñecas, cuello, pecho, párpados, tobillos y cara interna de los codos y las rodillas. Especialmente en bebés es muy frecuente que aparezca en la cara o en el cuero caballudo.

En ocasiones las rojeces pueden ir acompañadas de protuberancias o ampollas llenas de líquido, costras, piel escamada, agrietada o en carne viva al rascarse.

Aunque la edad en la que es más frecuente que aparezca este trastorno es a partir de los cinco años, también puede dar la cara durante la adolescencia o la edad adulta.

Los tratamientos para la dermatits suelen pasar por probar distintos medicamentos para controlar los brotes y reducir los síntomas, aunque pueden ser pruebas de ensayo y error durante meses.

 » Leer más