En las últimas 24 horas, 674 personas han fallecido por coronavirus y son ya 12.418 los españoles que han perdido la vida. Pese a la crudeza de las cifras y que el número de muertes sigue en aumento, los datos que el Ministerio de Sanidad ha hecho públicos este domingo no sólo ratifican la desaceleración en el crecimiento de decesos, sino que alumbran un dato esperanzador.
674 es la cifra más baja de aumento de fallecidos desde hace diez días. Después de que el jueves el país registrara 950 muertes más que la jornada anterior, los últimos balances apuntan a esa lentificación. El viernes, fueron 932 y, el sábado, 809.
También el incremento de nuevos casos confirmados se ralentiza. El cómputo total se sitúa en los 130.759 contagios. Lo que significa que en las últimas horas hay constancia de 6.023 infectados más. Esto significa que va en aumento, pero a un ritmo menor que en jornadas anteriores. De hecho, también es la cifra más baja de la última semana.
En cuanto a aquellos pacientes que requieren atención en la UCI -controlar la presión hospitalaria sigue siendo la principal obsesión de las autoridades sanitarias-, en este apartado los ingresos sí han aumentado en mayor medida que en el balance que Sanidad proporcionó ayer. Si el sábado supimos que 116 personas más habían necesitado este tipo de cuidados, en las últimas horas han sido 329 los nuevos casos. El total, 6.861 pacientes han pasado por estas unidades. Son ya 38.080 los curados.
Baja la presión
Los datos desglosados por comunidades autónomas indican, sin embargo, según la directora adjunta del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que, «al menos en algunos puntos», la presión de los casos hospitalizados y en UCI «está disminuyendo». María José Sierra, que sustituye en las ruedas de prensa diarias del comité técnico a Fernando Simón tras su positivo por coronavirus,