La progeria es una de las enfermedades más raras que pueden padecer los niños y una de las más devastadoras: la mayoría de los pacientes fallece antes de superar la adolescencia. Se produce un caso en uno de entre cada cuatro y ocho millones de nacimientos, siendo sus síntomas perceptibles ya en el primer año de vida: un envejecimiento progresivo que da lugar a un crecimiento lento del bebé y a la caída del cabello, principalmente.

Este trastorno genético, también conocido como el síndrome de Hutchinson-Gilford, no tiene cura. Se produce por la mutación esporádica del gen LMNA, la cual codifica la proteína lamina A, responsable del andamiaje molecular de los núcleos celulares, según el Manual MSD, referencia de consulta para médicos y farmacéuticos.

Además, solo se detecta una vez nacido el bebé. En concreto, durante la lactancia y en los controles periódicos de los primeros dos años de vida. En este tiempo hay que prestar atención a los síntomas de envejecimiento prematuro que presentamos a continuación.

Síntomas de la progeria

Ya en el primer año de vida, el crecimiento del bebé se ralentiza, pero la progeria no afecta al desarrollo motor y la inteligencia, tal y como señalan los expertos de ‘Mayo Clinic‘.

A diferencia de otras enfermedades,

 » Leer más