El tiempo se agota. Mañana a las diez de la mañana no entrará “ni un kilo más de basura” en el basurero al aire libre de Alcalá de Henares, que acumula los restos de los 31 municipios de la Mancomunidad del Este. Y la única solución a la vista es enviar la basura a Madrid, a Valdemingómez (Villa de Vallecas). No hay otra opción. Eso, o una alerta sanitaria.

Eso es lo que dijo ayer el presidente y alcalde alcalaíno, Javier Rodríguez Palacios (PSOE), aunque volvió a sacar de la chistera una solución in extremis que alargará la agonía dos días más. “Como construimos una instalación auxiliar para separar la basura antes de trasladarla a Valdemingómez, ahí se podrán alojar los residuos dos días más. Pero a partir de la noche del 30 al 31 no habrá nada. O la acoge Valdemingómez o habrá una emergencia sanitaria en Nochevieja”. En definitiva, un par de días más sobre la mesa y el mismo aviso: Valdemingómez es la única solución.

El ajedrez político que supone este movimiento sigue su partida. Cada implicado en este traslado temporal de basura —hasta que se construya el vertedero de Loeches, a mediados de 2020— mantiene su postura.

En el tema de las basuras hay muchas Administraciones en juego. Por un lado, la Comunidad de Madrid, que actúa de árbitro aunque insiste en que no tiene capacidad legal para obligar a ningún municipio a aceptar los residuos de otro. Eso sí, ha dejado clara su postura al Ayuntamiento de Almeida: “Le acabamos de mandar un informe que explica que a estas alturas la única opción técnica viable es Valdemingómez, siempre siguiendo los parámetros legales, técnicos y medioambientales que disponemos según el Real Decreto 1481/2001”.

De esa manera, el Gobierno regional despeja cualquier duda sobre Loeches. Imposible abrirlo antes de tiempo y, por tanto, depositar ahí la basura sin tratar.

De nuevo, todo depende del Ayuntamiento de Madrid, que vive inmerso en una división interna entre los dos partidos del Gobierno. El alcalde, del PP,

 » Más información en elpais.es