La obesidad es hoy una pandemia que afecta a gentes de todas las razas, culturas y clases sociales. En España, un estudio liderado por investigadores del Hospital del Mar de Barcelona indica que en poco más de una década, para 2030, el 80% de los hombres y el 55% de las mujeres, tendrán problemas de obesidad o de sobrepeso. La obesidad infantil es especialmente preocupante, con cifras que indican que uno de cada tres niños tiene actualmente problemas de sobrepeso. Según el vicepresidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Ignacio Bernabéu, el tratamiento de la obesidad y sus complicaciones supone el 7% del coste sanitario total.

La obesidad es un estado de adiposidad corporal que resulta de un desequilibrio entre la energía consumida y la gastada, donde la primera supera a la segunda. Suele evaluarse en base al índice de masa corporal o al índice de cintura/talla. Quienes la consideran una enfermedad crónica lo hacen atendiendo especialmente a su frecuente coincidencia y relación con enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes, la osteoartritis, la apnea obstructiva del sueño y ciertos cánceres, además de a importantes problemas psicológicos que afectan a la autoestima de la persona obesa.

Un estudio indica que, para 2030, el 80% de los hombres y el 55% de las mujeres tendrán problemas de obesidad o de sobrepeso

El estudio científico y social de la obesidad ha mostrado que se trata de una alteración corporal compleja, cuyas causas incluyen factores genéticos y epigenéticos, el estatus socioeconómico y los tipos de vida personal y social. En la obesidad pueden estar implicados al menos 30 genes y numerosas variantes de los mismos. Factores epigenéticos, como la alimentación o el estrés, que sin alterar los genes de la persona pueden influir en su expresión, podrían ser particularmente relevantes. Así, un interesante estudio ha mostrado que las mujeres holandesas que durante la segunda guerra mundial padecieron hambruna en los primeros tres meses de su embarazo, críticos, como sabemos, para el desarrollo del cerebro del embrión, tuvieron descendientes con mayor riesgo de obesidad que las que quedaron embarazadas previamente y padecieron esa misma hambruna más tarde,

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