Un banco mundial de datos abiertos para luchar contra el coronavirus. Es lo que piden expertos en epidemiología y matemáticas de varias instituciones estadounidenses en un editorial que publica Science Translational Medicine. Ese banco acumularía todos los datos que puedan ser compartidos por médicos, científicos y organizaciones sanitarias para avanzar en la lucha contra el virus.

Además, abogan por el uso de modelos de predicción basados en datos que no se centren solo en el número y la distribución geográfica de los casos confirmados y que incluyan cuestiones complejas como variaciones en el patógeno, variables sociales y las distintas intervenciones para frenar la expansión del virus.

Muchos grupos de investigadores en modelos matemáticos están trabajando de forma independiente en Estados Unidos, China y Europa para predecir la propagación de las infecciones por el nuevo coronavirus. “Creemos que la coordinación de objetivos entre estos grupos es esencial y debe ser apoyada por las agencias gubernamentales”, aseguran los autores.

Para comprender los desafíos sin precedentes que plantea el SARS-CoV-2 se necesitan modelos que no se basen solo en los casos confirmados y su propagación geoespacial, reiteran. “En cambio, habría que incluir variables como la interacción patógeno-huésped –es decir, cuánto dura la excreción del virus–, el número de partículas infecciosas liberadas, la duración de la estabilidad viral, la heterogeneidad de la diseminación y la existencia de supercontagiadores”, detalla el artículo del que se hace eco SINC.

También habría que considerar los cambios en el genoma viral y variables relacionadas con la organización social, que incluiría la concentración de personas por zona, los desplazamientos al trabajo, las interacciones de contacto, la urbanización y la movilidad, entre muchas otras.

En el ámbito de las intervenciones –añaden–habría que tener en cuenta los impactos de las cuarentenas, la higiene de manos, el uso de mascarillas, las medidas de educación pública para protección personal, las terapias (antivirales y anticuerpos) y las futuras vacunas.

En su opinión, los modelos matemáticos básicos de los brotes epidemiológicos existentes se utilizan para estimar el número de reproducción (Ro), pero no pueden determinar las variables basadas en los patógenos. Estas estimaciones “requerirán observaciones clínicas y encuestas de epidemiología minuciosas”.

Los investigadores explican que las variables basadas en la sociedad pueden extraerse de los datos demográficos, de transporte y de telecomunicaciones existentes. Las autoridades sanitarias de China ya han empezado a utilizar las ubicaciones temporales de los teléfonos móviles en regiones para proporcionar algunos de los datos necesarios,

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