Como todas las actividades sanitarias, los fisioterapeutas están considerados un servicio esencial y pueden atender a pacientes a pesar del estado de alarma, pero la realidad es que, aparte de los que se encuentran en primera línea de batalla en hospitales, ambulatorios y residencias, la inmensa mayoría de las clínicas privadas ha tenido que cerrar debido al riesgo de contagio.

Sin embargo, las asociaciones de profesionales aseguran que su labor será más necesaria que nunca a causa de la crisis del COVID-19. Pablo Herrera, Vicedecano del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), nos explica por qué y cuál está siendo la labor de los fisioterapeutas en esta crisis.

¿Cómo está viviendo el gremio de los fisioterapeutas la crisis del COVID-19? Porque se considera un servicio esencial…

Sí, al ser sanitarios, a los fisioterapeutas se les considera esenciales, pero la realidad es que entre un 10%-12% trabaja en sanidad pública, ya sea en atención primaria o especializada, más o menos un 2% trabaja en educación y el restante 85% trabaja en atención privada, ya sea en clínicas o como autónomos. Ese 85%, aunque podrían estar abiertos, por responsabilidad y para evitar contagios comunitarios, cerraron, y también porque los pacientes, por miedo, dejaron de llamar. Hay que destacar la labor de las clínicas que han cerrado a costa de su negocio, porque al final el cierre es para cuidar a los pacientes, por responsabilidad y en muchos casos a costa de su negocio.

Muchos fisioterapeutas están en primera línea de batalla al igual que el resto del personal sanitario. ¿Cuál está siendo su labor en esta crisis?

Los fisioterapeutas de los hospitales y atención primaria siguen trabajando, así como los de las residencias y los centros sociosanitarios, aunque hagan otras labores, porque la sanidad se está reinventando para aprovechar los recursos humanos que tiene. A los de primaria se les ha reubicado en otras funciones porque la actividad asistencial se canceló prácticamente. Los de hospitales y residencias son los que están dando el callo a día de hoy porque están en primera línea con pacientes infectados. En los hospitales, al pararse las actividades de rehabilitación y usar esas salas para esas cosas, a muchos de ellos los han mandado a UCIS, donde están, entre otras cosas, pronando pacientes (ponerlos bocabajo cuando están con respiradores) y,

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