Las pantallas son parte de nuestro día a día. Pasamos frente a ellas muchas horas. Algunos estudios cifran este tiempo entre las 10 y las 14 horas, en casos de personas que trabajan frente a un ordenador. Claro que en el trabajo hay más elementos que pueden perjudicar nuestra vista.

De hecho, los problemas visuales representan ya el 17% de las ausencias laborales, según un estudio elaborado por Clínica Baviera. La conjuntivitis es la causa más común que lleva alguna vez a faltar al trabajo.

Los empleados que trabajan por cuenta ajena son los que más reposo domiciliario necesitan. En cambio, según este estudio, las personas que trabajan al aire libre tienen una mayor predisposición a padecer enfermedades relacionadas con la visión.

La principal razón es que están sometidos a temperaturas extremas que producen sequedad ocular y que se incrementa el riesgo de que se les introduzca un cuerpo extraño en los ojos si no utilizan las protecciones necesarias. Además, la posibilidad de absentismo laboral se incrementa cuando el trabajador tiene antecedentes patológicos.

Para cuidar de nuestros ojos en el trabajo podemos incorporar algunas rutinas diarias básicas. “Muchas de las dolencias cotidianas se pueden prevenir siguiendo unos sencillos consejos», señala el doctor Fernando Llovet, director médico de Clínica Baviera Madrid. Son éstos:

Colocar bien la pantalla del ordenador. Hay que situar el dispositivo de forma paralela al plano de los ojos y a una distancia de 50 centímetros de la cara.

Parpadear e hidratar los ojos con frecuencia. Si pasamos mucho tiempo frente a la pantalla del ordenador se reduce la periodicidad de parpadeo y la lágrima encargada de humedecer el ojo se distribuye peor. Por eso, en algunos casos, se recomienda aplicar lágrima artificial.

Optimizar la iluminación. Siempre que esté regulado el flujo lumínico, lo ideal es trabajar con luz natural, pero en los espacios de oficina donde predomina la luz artificial, es recomendable el uso de la luz blanca y evitar que la luz alumbre directamente en los ojos.

Evitar los ambientes tóxicos o los humos industriales.

No exponer la vista al sol intenso y usar gafas de protección. Ello, tanto para evitar que entre cualquier cuerpo extraño en los ojos como para protegerlos con lentes que incluyan un filtro solar adecuado a los trabajos en el exterior.

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