Como cada 19 de octubre, este viernes las redes sociales de todo el planeta han amanecido llenas de lazos rosas y ‘hashtags’ sobre el #DíaMundialDelCáncerDeMama en apoyo a una enfermedad que afecta cada año a 25.000 mujeres en España y a casi un millón y medio en todo el mundo.

Existen cientos de iniciativas y productos enfocados a ayudar a las personas a pasar dicha enfermedad lo mejor posible. A estos se ha añadido recientemente un artilugio novedoso, un gorro de silicona que evita la caída del cabello durante el tratamiento de quimioterapia. No es un objeto desconocido, pues que ya se utilizaba en otros países, pero Oncobel, una empresa malagueña, ha sido pionera en incorporarlos en los hospitales del país.

¿Cómo funciona?

El gorro lleva incorporado un circuito por el que fluye un líquido refrigerante que mantiene el cuero cabelludo a una temperatura de entre 19 y 21 grados centígrados durante el tratamiento de quimioterapia. Esto hace que los vasos sanguíneos se contraigan, reduciendo la cantidad de medicamento que llega a las células del folículo piloso y, por lo tanto, previniendo la caída del cabello y también, en la mayoría de los casos, de las cejas y las pestañas.

La pérdida del pelo durante el cáncer supone un fuerte impacto psicológico para muchas personas, algo que hace que entre el 8 y el 10% de los pacientes se nieguen a recibir quimioterapia.

¿Cuál es su efectividad?

Varios estudios científicos a nivel mundial han demostrado que el sistema de enfriamiento del cuero cabelludo es eficaz y seguro, y que no interfiere con el tratamiento ni reduce su efectividad.

Algunas cifras muestran que la efectividad del enfriamiento capilar puede variar desde el 34%, en casos tratados con fármacos muy agresivos, al 87% en aquellos que precisan medicamentos más suaves. Por todo ello, ha sido aprobado por la Comunidad Europea (marcado CE) y en 2017 ha obtenido la Certificación de la FDA (Food and Drug Administration) en EE UU,

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